lunes, 20 de abril de 2020

ALBÓNDIGAS DE BACALAO


Cuando todavía no se llevaba que las mujeres trabajaran, mi madre ya lo hacía, dejándome al cuidado de una tía soltera que tenía: la tía Teresa, quien ya la crió a ella muy bien criada. Lo mío fue más bien malcrío, jeje. Mi madre siempre la acusaba de dejarme hacer polvo una muñeca que a ella ni le dejó tocar. La tía Teresa hacía las mejores albóndigas de bacalao del mundo y afortunadamente nos dejó la receta, una receta que heredó mi madre y después yo. 



Creo que no habría números suficientes para contar todas las albóndigas de bacalao que hemos hecho en esta vida, pues unas Pascuas se nos ocurrió hacer para venderlas en nuestra carnicería-charcutería, donde también preparábamos comida para llevar, y se convirtieron en plato fijo de los viernes, fuese ayuno o no, hiciese frío o calor.

A pesar de que hace ya 8 años que no tenemos “la carni”, estas son las primeras Pascuas que no he hecho. Hacer albóndigas de bacalao en esta cocina significa que toda la familia come, hasta los que viven lejos. Pero este año estamos confinados por el COVID-19. Salimos a comprar una vez cada diez o doce días y no siempre podemos adquirir todo lo que llevamos anotado en la lista pues no hay existencias. Además, no tenemos humor. 

Pero con esto del humor tienes tres opciones: entrar en bucle, hacer algo para cambiarlo o que ocurra algo inesperado que te lo cambie. Y esto último es lo que ocurrió el viernes cuando fuimos al mercado a recoger la compra de las diversas “paradas”. En la de Mónica, donde habitualmente compramos las aceitunas y los frutos secos, vimos una cajita de corcho blanco con un logo que reconocimos de inmediato SALACOR. ¡Son las migas de bacalao que nosotros vendíamos! Insuperables. Sin apenas sal, blanditas.... espectaculares. Ya no teníamos excusa ni para seguir con el mal humor ni para no hacer albóndigas, aunque fuese a Pascuas pasadas.

INGREDIENTES:
1 kg. de patatas
1/4 migas de bacalao
3 huevos
80 gr.de aceite (1 dedito del vaso medidor del túrmix, que se nos han borrado los números)
1 diente de ajo
Perejil
1/2 cucharadita de las de café de pimentón dulce 
Piñones

PREPARACIÓN:
. Lavar las patatas y ponerlas a hervir con piel para que no se deshagan y no cojan agua, así la masa de las albóndigas quedará después más compacta y no aguada. Cuando rompan a hervir, bajar el fuego al mínimo y taparlas. El tiempo dependerá del tamaño de las patatas. Os recomiendo que sean más o menos del mismo tamaño para que se cuezan todas en el mismo tiempo. Pinchar una con un palillo o similar, para comprobar que están cocidas. De todos modos, en cuanto se abra una, es que están.

. Enjuagar un poco el bacalao con AGUA FRÍA. Este tipo de migas no es necesario ponerlas en remojo para desalarlas. Basta con enjuagarlas durante un minutito. Sobre otros tipos de bacalao... no respondo.
. Una vez cocidas las patatas y enjuagado y escurrido el bacalao, verter el agua caliente de las patatas sobre el bacalao.
. Pelar las patatas (se quita la piel muy fácil tirando de ella con los dedos) y rallarlas.


. Triturar en el vaso del Túrmix el aceite, el ajo y el perejil. 
. Añadir los huevos y seguir triturando.
. Escurrir el bacalao, desechando el agua, añadir a la mezcla del Túrmix y triturar también.
. Añadir a las patatas ralladas y mezclar con las manos.
. Añadir los piñones y listas para hacer bolitas, rebozar con huevo batido y freír.




Hay quienes dan forma a las albóndigas con la ayuda de dos cucharas. Nosotros vamos cogiendo pellizquitos que, con la práctica, nos salen bastante igualados. Después los pasamos por huevo batido y las freímos con aceite de oliva, a fuego fuerte al principio y medio después. Escurrimos sobre papel secante y listas para comer.